Ser ganador de la Copa Confederaciones es un orgullo el año que le consigue: sin embargo, al año que viene, de cara a los Mundiales, se convierte en algo más que un pesar. Que se lo pregunten aArgentina, el propio Brasil oFrancia, por ejemplo. Los tres seleccionadosanteriores, pese a que han sidocampeones del orbe, fracasaron en sus respectivos intentos para hilvanar sus éxitos en la Confederaciones y el Mundial.
En 1992, todavía bajo la denominación de Copa Rey Fahd, Argentina se erigió el primer monarca. Para ese entonces la justa se disputaba cada dos años —formato de sus primeras siete versiones—, por lo que se jugaba en ocasiones un par antes de los Mundiales; en este caso fue el de Estados Unidos. En1994, la 'Albiceleste' cayó eliminado en Octavos de Final a manos de Rumania (3-2). Para 1997, el turno le llegó a la 'Verdeamarelha' en la rebautizada Confederaciones. Durante Francia 1998 alcanzó inclusive la Final, aunque la perdió contra el anfitrión (3-0).
En 2001, los galos dieron la vuelta olímpica; no obstante, en Corea del Sur-Japón 2002 se despidieron apenas en la Fase de Grupos al, contra todo pronóstico, terminar como sotanero del A. La misma 'Canarinha' volvió a coronarse en 2005 y 2009. Primero, en Alemania 2006 llegó hasta losCuartos de Final, mas Francia le aplicó la dosis nuevamente mediante un 0-1. Después, en Sudáfrica 2010 dijo adiós igualmente en la ronda de los mejores ocho. Holanda ejerció como su verdugo al doblegarlos por 2-1.
Si se le aprecia a la Confederaciones de manera desfasada, tampoco Dinamarca (campeón en 1995) niMéxico (1999) trascendieron en EE.UU. 1994 o Corea del Sur-Japón 2002. Los daneses ni siquiera se clasificaron a la justa; en tanto, el Tricolor quedó en los Octavos, donde los estadounidenses les pegaron al son de 0-2.
Los pupilos de Luiz Felipe Scolari, únicos Pentacampeones del mundo y tricampeones seguidosen la historia de torneos FIFA, tendrá que zafar la maldición de la Confederaciones si aspiran a obtener el cetro dentro de un año en su casa.
Tendrá que zafar la maldición de la Confederaciones si aspiran a obtener el cetro dentro de un año en su casa.
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